23 jul 2015

Los puentes de raíces vivientes de Cherrapunji, India



En las profundidades de la selva del noreste de India, en uno de los lugares más húmedos de la tierra, los puentes no se construyen, crecen. Son los maravillosos puentes de raíces de Cherrapunji.

Cherrapunji  es una de las zonas más húmedas de la India. En la espesura de la selva, los Khasis, que así se llaman los habitantes del lugar, utilizan troncos de nuez de betel cortados longitudinalmente por la mitad y ahuecadas, cada una de las mitades resultantes, con el objetivo de guiar, de un extremo a otro del río, las raíces de los árboles de caucho (Ficus elastica) que crecen en las riberas.


De este modo las raíces atraviesan el río sobre las guías y, una vez alcanzan la ribera opuesta, éstas vuelven a penetrar en el suelo. Las inmensas raíces crecen enrollándose unas sobre otras hasta terminar formando una estructura aérea que tras unos años, se convierte en una robusta estructura que hace de puente vivo.

Los puentes de raíces de unos 25m de largo tardan entre 10 y 15 años en estar plenamente funcionales y son extraordinariamente resistentes. Soportan a cerca de 50 personas al mismo tiempo sobre su estructura de raíz de goma dura.



La madera viva es mucho más flexible y crece continuamente haciendo que el puente vaya ganando resistencia. Estos puentes vivos tienen la ventaja de tener una vida útil mucho más larga que un puente de madera convencional.


Los aldeanos dicen que alguno de los puentes tiene 500 años de antigüedad.
¿Resistiría un puente de hormigón armado tanto tiempo?