La dieta según el grupo sanguíneo.

Es sólo una teoría que a algunos cuadra y a otros no, a mí personalmente me parece por lo menos curiosa y por ello le dedico esta entrada ...㋡

 

¿En qué consiste la dieta según el grupo sanguíneo?

La Dieta según el grupo sanguíneo o Dieta sanguínea se basa en los trabajos de investigación del naturópata canadiense Peter J. D´Adamo y su libro “Eat Right For Your Type” (“Come Según tu Grupo”), que concluyen que los mismos alimentos no son beneficiosos para todos los grupos sanguíneos, o cómo él decía: "Lo que es alimento para un hombre puede ser veneno para otro".

Según esta teoría, cada grupo sanguíneo es el fruto de una adaptación a determinadas condiciones alimenticias a través de la historia, estando más o menos predispuestos a ciertas enfermedades y pudiendo compensarse estas tendencias con alimentación y tratamientos antiestrés adecuados. 

Por tanto, existen alimentos beneficiosos, nocivos o neutros para cada persona dependiendo de su grupo sanguíneo, los cuales debemos conocer.

 

Las diferencias de los grupos sanguíneos

La evolución histórica de los tipos determinó la adaptación de sus sistemas digestivos a las nuevas circunstancias imperantes  a medida que estas se sucedían, desde el carnivorismo feroz del tipo O, primer habitante del planeta, hasta el flexible tipo  AB surgido hace diez o doce siglos.

Del análisis de esta evolución, Peter J. D´Adamo determinó los siguientes PERFILES:

• Tipo O: El Cazador.

Apareció hace aproximadamente 40.000 años y su sistema digestivo está adaptado a una dieta rica en proteínas animales y a los vegetales que pudieran encontrar. Los lácteos y los cereales todavía no formaban parte de su dieta, ya que la agricultura y la ganadería no aparecerán hasta unos 30.000 años más tarde.

Es un gran consumidor de carne en gran parte gracias a que cuenta con un aparato digestivo realmente resistente. Tiene un sistema inmunológico muy activo, pero no se adapta bien a los cambios ambientales y  dietéticos. Una actividad física intensa le ayuda a controlar el estrés.

• Tipo A: El Agricultor. 

Surge con la introducción de la Agricultura hace más de 10.000 años. El grado de acidez de su estómago cambió adaptándose al consumo de los cereales, por lo que tiene una mayor dificultad en digerir la proteína animal.

Es el primer vegetariano y se alimenta principalmente de los productos de la tierra. No es muy  aficionado a la carne seguramente porque su sistema digestivo es delicado. Tiene un sistema inmune tolerante lo que le  permite adaptarse bien a las condiciones alimenticias y ambientales. Controla mejor el exceso de estrés con actividades  relajantes y ejercicios físicos de baja intensidad. Para este grupo la dieta vegetariana es la más idónea para estar en forma.

• Tipo B: El Nómada.

Surge hace unos 10.000-15.000 años con el desarrollo del pastoreo. Su alimentación principalmente consistía en leche y productos lácteos, con lo cual al cabo de miles de años su metabolismo está más adaptado a digerir estos alimentos.

Es la síntesis de la evolución de los dos grupos anteriores, por lo tanto su dieta es más equilibrada.  Dueño de un sistema inmune poderoso y de un sistema digestivo tolerante, opta por elecciones dietéticas más flexibles. Es  un gran consumidor de productos lácteos. Controla mejor el exceso de estrés con actividades de tipo creativo y necesita  encontrar un equilibrio entre actividad física y actividad intelectual para sentirse en forma.

• Tipo AB: El Enigma.

Es la fusión moderna de los grupos A y B. Toleran bastante bien los cereales y los lácteos y poseen antígenos múltiples que los hace camaleónicos, respondiendo muy satisfactoriamente a los cambios dietéticos o ambientales.

Su sistema inmune es el más tolerante de los cuatro tipos  sanguíneos y al igual que el tipo A, tiene un tubo digestivo sensible y controla mejor el exceso de estrés con actividades  relajantes y ejercicios físicos de baja intensidad.

En definitiva...

Al igual que la medicina Ayurveda y la Medicina Tradicional China, la dieta según el grupo sanguíneo nos ayuda a entender que los alimentos no son buenos ni malos sino más o menos adecuados para unas u otras personas. 

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