30 may 2014

La cosmética falsamente etiquetada como "Natural"

¿Alguna vez te has puesto a leer las etiquetas para ver qué composición tienen algunos productos de cosmética convencional? Ardua tarea ¿verdad? La letra es minúscula y apretujada, muchas veces se necesita una lupa para leerlas y un manual de química para entenderlas, parece que no interesa mucho que se sepa lo que llevan en realidad.

El término “cosmética natural” está de moda, pero no debemos dejarnos confundir con la publicidad engañosa de ciertas marcas comerciales que bajo la etiqueta de “natural” camuflan y venden productos repletos de ingredientes sintéticos o derivados del petróleo. 


Tampoco debemos confundir cosmética natural con cosmética artesanal, no son sinónimos, son dos conceptos diferentes:

  • Cosmética natural: según Ecocert, es aquella que contiene un porcentaje mínimo del 95% del total de los ingredientes naturales o de origen natural. Como máximo el 5% restante pueden ser ingredientes de síntesis o de origen mineral, sustancias auxiliares y conservantes incluidos en un listado restrictivo. De estos ingredientes naturales entre un 50 y un 95% deben ser vegetales, de los cuales entre el 5-10% como mínimo deben de proceder de la agricultura ecológica, de este porcentaje dependerá que además de natural sea considerada ecológica o no. Además es respetuosa con el medio ambiente, no testa con animales, utiliza embalajes y envases biodegradables o reciclables, etc.
  • Cosmética artesanal: es aquella que está elaborada de forma artesanal, es decir practicamente de forma manual y a pequeña escala, independientemente de que en las fórmulas utilice ingredientes naturales, químicos o una combinación de ambos y de la proporción utilizada. Por tanto, existen cosméticos artesanales que además son naturales y/o ecológicos y otros que no lo son



Algunas marcas de cosmética industrial utilizan como reclamo publicitario algún ingrediente vegetal, como el aloe vera, el aceite de argán, el germen de trigo, etc., lo añaden a sus fórmulas químicas en pequeñas proporciones y lo publicitan como 100% natural. Esto es publicidad engañosa en toda regla, por eso no hay que confiarse de lo que nos cuenten y leer las etiquetas, aunque sea con lupa, sobre todo porque algunos componentes pueden ser muy peligrosos para la salud.

¿Te comerías algo sabiendo que procede del petróleo o está repleto de químicos? ¿No verdad? Pues al igual que elegimos alimentos lo más naturales posibles y libres de hormonas, pesticidas y herbicidas químicos, transgénicos, etc., también deberíamos utilizar cosméticos auténticamente naturales. ¿Por qué? fundamentalmente porque nuestra piel absorbe cualquier producto que le pongamos encima, sea saludable o  nocivo, pudiendo pasar a nuestro torrente sanguíneo y de ahí a diversos órganos donde podrían provocar efectos dañinos.

De todos es imposible, pero conviene tener presentes los nombres y nomenclaturas de algunos de los compuestos químicos más utilizados en la cosmética industrial (también en productos de higiene doméstica e industrial) que acumulados en el organismo pueden  ser altamente tóxicos y peligrosos.




Listado de los compuestos químicos más peligrosos utilizados en cosmética 

  • Parabenos: son compuestos químicos con propiedades bactericidas y fungicidas que se utilizan para alargar la vida del producto e impedir que sea atacado por bacterias y microorganismos. A pesar de ser considerados por las autoridades sanitarias de baja toxicidad, diversos estudios lo cuestionan, entre ellos uno realizado en 2004 en Inglaterra con mujeres afectadas de cáncer de mama, que reveló la presencia de restos de parabenos en el 90% de las biopsias, resultantes de cremas, desodorantes y lociones aplicadas en la piel. 
  • Parafina: es un derivado del petróleo muy económico que en cosmética se utiliza para crear una capa impermeable en la piel que da un aspecto de suavidad y tersura engañoso, porque cuanto más la utilizamos más reseca tenemos la piel. Al ser tan oclusiva, impide la transpiración de la piel y tapona los poros impidiendo la expulsión de agentes contaminantes fuera de nuestro organismo. Además, nuestro organismo no puede metabolizarla y existen estudios que apuntan que es cancerígena.
  • Ftalatos: son un grupo de compuestos químicos que se utilizan como disolventes y suavizantes,  presentes en cremas, champús, suavizantes, pintauñas o lacas. Diversos estudios científicos los relacionan con el cáncer, disfunción del sistema hormonal, daños en el ADN  y malformaciones fetales. Dietilexiloftalato, (DEHP), Butilbenziftalato (BBP), Butildecilftalato (BDP) o Diunddecilftalato (DUP), son algunas de las nomenclaturas de este compuesto que podemos encontrar en las etiquetas de los productos.
  • Formaldeído: un conservante presente en geles, champús, dentífricos, maquillajes, pintauñas o desodorantes. La OSHA lo señaló como sustancia cancerígena y en 2004  la OMS lo declaro oficialmente cancerígeno, el problema es que al ser un conservante sumamente barato, lo que hacen muchas marcas es utilizar otras sustancias que lo liberan (Quaternium 15, por ejemplo).
  • Dodecilsulfato sódico y Lauril éter sulfato sódico: se encuentra en champús, geles,  lavavajillas y productos que hacen mucha espuma. Diversos estudios indican que puede causar sequedad del cuero cabelludo, irritación de ojos, urticaria, daños en el sistema inmunológico e incluso la muerte.
  • Triclosán: un compuesto antibacterial presente en limpiadores, cosméticos antiacné, desodorantes y en casi todos los productos anti-bacteriales. Además de ser peligro a nivel medioambiental, estudios de diversas universidades lo señalan como cancerígeno.
  • Siloxanos: están presente en las siliconas, que son compuestos utilizados en la fabricación de champús, desodorantes, cosméticos, detergentes, medicinas, lubricantes, y adhesivos. En la la industria cosmética se suelen utilizar para suavizar y humectar los productos. Diversos estudios indican que causan toxicidad en el hígado.
  • Pfenilendiamina: se utiliza como colorante en tintes para el cabello y aparecen en la etiqueta del producto como colores "CI" seguidos de un número de cinco dígitos. Varios estudios señalan que estos alquitranes de carbón son cancerígenos.
  • Almizcles sintéticos: son sustancias químicas persistentes y bioacumulativas usadas como fragancias. Se relacionan con efectos tóxicos en los sistemas reproductor y endocrinos humanos.
     
Existen otros muchos compuestos químicos peligros para la salud como el  Palmitato de retinol, Nanopartículas de óxido de Zinc, Dihidroxiacetona o DHA, Propilenglicol o Glicol propileno, etc., pero la lista es extensa y no os quiero aburrir. 

Si quieres ampliar la información, puedes consultar aquí: Guía para comprar sin tóxicos de Greenpeace.